Asertividad

Ayer hablaba con una amiga y comentábamos que a veces malinterpretamos la palabra asertividad.  Está claro que nuestra forma de comunicación debe de ser asertiva, que debemos de tener en cuenta la opinión de los demás y darle nuestra respuesta desde la tranquilidad y la participación, es decir desde la no agresividad y la no pasividad, (la asertividad es una forma de comunicación situada entre la agresividad y la pasividad), pero también está claro que no podemos caer en la actitud contraria, es decir, ser tan asertivos que nos olvidemos de lo que nosotros queremos.

Cuando somos asertivos potenciamos nuestra autoestima, al aceptar las ideas de los otros participando en ellas, también debemos de ser capaces de decir las nuestras, sin ninguna carga, manifestándonos como somos, sin miedos a que nos entiendan mal o a no ser aceptados, más bien recibiendo el mismo respeto que nosotros como personas asertivas, manifestamos por los demás. Siendo capaces de decir lo que queremos, como lo queremos y cuando lo queremos, ya que nosotros estaremos atentos a lo que quieren los demás intentando darles aquello que de verdad piden y no lo que nosotros creamos que estan pidiendo.

No es cuestión de pensar, ni de actuar como el otro, es cuestión de respetar al otro y por lo tanto a nosotros mismos.

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