sábado, 3 de abril de 2010

Ritmo

Os imaginais cuanto tiempo es necesario para conseguir un bonsai tan maravilloso como éste? Seguro que pensais, años y años. Exactamente acertais por completo. Y nosotros queremos cambiar actitudes nuestras en un  plis plas. Si es cierto que hay personas que lo hacen en ese microsegundo, pero lo normal en personas normalitas, al menos como soy yo, es que sea a base de trabajo y trabajo y trabajo, es decir tiempo, tiempo, tiempo, jajjjaaa.

La paciencia es una virtud que deberiamos practicar más. Sobre todo con nosotros mismos. Nos pasa cualquier cosa que se sale de lo normal, es decir una enfermedad, un accidente, un contratiempo (vamos que el autobús llegue con retraso) y nos saca de nuestras casillas. Porque tenemos miles de cosas que hacer, el tiempo se nos acaba y no podemos tardar demasiado en curarnos, esperar el autobús, arreglar lo que se rompió, o cualquier otra cosa que se os ocurra. Cada uno tenemos un ritmo propio, y debemos respetar ese ritmo, ya que es la única manera de respetar el ritmo de los demás.

Para mi eso es la paciencia (mi ritmo), el ser capaz de tener mi tiempo y mi ritmo. Tiempo para leer, para estar con la familia, para meditar, para descansar, para curarme, para ayudar a los demás, en definitiva para ser yo misma. Gracias a que respeto mi ritmo, puedo aceptar y respetar el ritmo de los demás y ser más pacientes conmigo y con  ellos.

Lo curioso de respetar tu propio ritmo, es que aprendes a saber cuando caminar y cuando parar, y cuando hacer una u otra cosa. Es decir aparece un  orden de prioridades que antes no existia, provocando la desparición de la tensíón y el estrés que existe en la mayoría de las personas que nos rodean.

Gracias por estar aqui

No hay comentarios: